La novia de Chuck Norris le preguntó una vez si sabía que cuando una estrella brilla la lluvia en Sevilla es una bella maravilla. Él le gritó "¿CÓMO TE ATREVES A HACER RIMAS EN PRESENCIA DE CHUCK NORRIS?", y le rajó la garganta. Sosteniendo la cabeza sangrante de su novia en la mano, exclamó "¡No le toques los chinorris a Chuck Norris!". Dos años y cinco meses después se dio cuenta de la ironía de su frase, y se rió con tanta fuerza que todo el mundo a un radio de cien quilómetros quedó sordo.
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